The relation of body, space and image is a central element of Carolina Redondo’s photography and video works, which explore performative acts and which are often presented in complex expansive installations. The heart of the exhibition Unstable Forces of Mutual Attraction is a photographic series, shot at Pucón in Chile – a very familiar place for the artist to which she has a strong attachment. In this series, as in almost all her works, Redondo herself is the protagonist, each time in different colored overalls. Like a colored brush stroke she blends into the surroundings and becomes a component of the image, landscape and human artefacts of our civilization. She transforms herself into part of the whole and its history. The body is treated like a sculpture and image that assimilated with the visible structures. Simultaneously Redondo focuses on the corporeality of the human body. The works visualize the gravity of this body; a body which is more and more fragile in our media world, where it looses its importance. Redondo takes her body to the limits, putting it into extreme and dangerous borderline situations.
Borders and the in-between are recurring subjects in the Chilean artists’ works, who herself lives in-between two continents, in-between different cultures, in-between affiliation and alienation. As noted in the title, she analyzes the inner conflict of being attracted to two opposing poles and the interaction of opposites, like gravity and weightlessness, science and art, nature and culture, reality and fiction. Metaphorically her works stand for the search for one’s own identity, for one’s place in the world, in society and in art, in the face of this instability.
—Marion Scharmann
Die Beziehung von Körper, Raum und Bild ist ein zentrales Element der Werke von Carolina Redondo und zeigt sich in performativen Akten festgehalten auf Fotografien und in Vidoarbeiten, welche die Künstlerin meist in komplexe, raumgreifende Installationen einbettet. So wird die Raumwahrnehmung des Besuchers durch eine Installation aus Fiberglasgewebe im Schaufenster der Galerie schon vor dem Betreten der Ausstellung Unstable Forces of Mutual Attraction gestört. Den Mittelpunkt der Ausstellung bildet eine fotografische Serie, die im chilenischen Pucón entstanden ist – ein der Künstlerin vertrauter Ort, zu dem sie eine starke emotionale Bindung hat. Wie in fast all ihren Werken wird auch in dieser Serie die Künstlerin selbst in verschiedenfarbigen Overalls zum Protagonisten und verschmilzt wie ein farbiger Pinselstrich visuell mit der dargestellten Umgebung. Redondo wird Teil des Bildes, Teil der Natur und Teil der in der Landschaft zu sehenden Artefakte der Zivilisation. Sie wird Teil des großen Ganzen und somit auch Teil der Historie. Die Künstlerin ist Skulptur und Bild, fügt sich in die Strukturen der Umgebung ein, aber ebenso rückt sie die Körperlichkeit in den Fokus, denn die Arbeiten führen uns die Schwerkraft des Körpers vor Augen, der in unserer körperlosen Medienwelt immer mehr an Bedeutung verliert. Redondo geht an ihre Grenzen, denn mit größtem Einsatz liefert sie sich Gefahren und Extremzuständen aus, wie besonders im Werk Saltos de Marimán, präsentiert in einem Leuchtkasten, evident wird.
Naufragio en el Paraíso, aufgenommen in der Karibik, wird ebenfalls als Leuchtkasten präsentiert und verweist auf den Schiffbruch, den Mensch und Künstlerin erleiden, doch mit einem Augenzwinkern. In der Serie »Point Of View«, die auf den Osterinseln entstanden ist, präsentiert sich Carolina Redondo stets von hinten, zusammengekauert und in all ihrer Verletzlichkeit – in der Ausstellung wird der Besucher mit ins Werk einbezogen, denn zum Betrachten der Werke muss er die Körperhaltung der Künstlerin nachahmen.
Im UG lässt Redondo in ihrer Vidoeinstallation Vertigo Pyramidal Architektur und Projektion miteinander verschmelzen. Gefilmt wurde auf dem Tetraeder, einer Aussichtsplattform in Bottrop, doch nicht das Panorama der Umgebung interessiert die Künstlerin dabei, sondern der Weg ins Innere, der Blick auf die Strukturen des skulpturalen Gebildes. Sie nimmt den Betrachter mit auf Ihre Erkundungsreise und dieser verliert sich durch den eingängigen Sound und das Auflösen der Strukturen in der Figur und in sich selbst.
Die Auseinandersetzung mit Grenzen und dem Dazwischen ist ein wiederkehrendes Sujet im Werk der chilenischen Künstlerin, die selbst im Wechselspiel zwischen zwei Kontinenten und somit zwischen Interkulturalität, Zugehörigkeit und Fremde lebt. So thematisiert sie, wie auch im Titel angedeutet, das Zerrissensein zwischen den Polen, das Motiv des Übergangs als auch die Interaktion von Gegensätzen wie Schwerkraft und Schwerelosigkeit, Wissenschaft und Kunst, Natur und Kultur, Realität und Fiktion. Metaphorisch stehen ihre Werke für die Suche nach der eigenen Identität sowie für die Suche nach dem Platz auf dieser Welt, in der Gesellschaft und in der Kunstwelt.
—Marion Scharmann
Una vez al año se realiza en Düsseldorf y Colonia – las dos metrópolis de la Región de Renania, en Alemania – el DC OPEN. Un evento en el cual un amplio número de galerías e instituciones de ambas ciudades inauguran sus respectivas exposiciones. La Galería Marion Scharmann en Colonia presenta en esta ocasión a la artista chilena Carolina Redondo. Su muestra personal Unstable Forces of Mutual Atraction estará abierta al público hasta el 24 de Octubre. El próximo16 de Octubre tendrá lugar un Artist Talk, entre la artista y Elke Kania – M.A. en ciencias de cine y arte de Colonia.
La relación entre el cuerpo, el espacio y la imagen juegan un papel central en la obra de Carolina Redondo, manifestándose éstos en actos perfomativos que derivan en fotografías y vídeos que la artista incorpora de forma homogénea en instalaciones de gran escala y de carácter sumamente escultural.
Al comienzo de la exposición Unstable Forces of Mutual Atraction la visión del espectador se ve perturbada por una instalación de tela de fibra de vidrio en la ventana de la galería que no permite percibir el espacio con claridad. Una especie de cortina de humo que nos impide entrever el contenido de la muestra sin antes adentrarse a ella. Esta intervención en el espacio sirve como apertura perfecta al lenguaje a utilizar por la artista en su obra, jugando siempre con las expectativas del público hacia una determinada situación y alternando su significado y lectura.
La pieza central de la muestra la forma una extensa serie fotográfica tomada en Pucón, Chile – un lugar muy cercano a la artista y con el que mantiene un fuerte vínculo emocional. Como en casi todas sus obras la artista lleva un overol de trabajo, cada vez de un color diferente. Envuelta en su ropa de faena Redondo se convierte en un elemento activo y protagonista de sus obras, formando una parte escultórica y pictórica de ellas, como una pincelada de color que se escenifica autónomamente en cada fotografía. Redondo se convierte en parte de la imagen y al mismo tiempo en parte de la naturaleza y de un paisaje que reivindica a pesar de su idílica composición artefactos de civilización no muy lejanos. La artista utiliza su propio cuerpo no sólo en un acto performativo y compositorio sino que se convierte en un elemento esencial en la narración de la historia.
En un mundo dictado por los medios digitales donde el cuerpo es meramente virtual y exento de significado, la presencia de un cuerpo amalgamado de tal forma a su entorno nos devuelve a una experiencia física y percibimos de forma sutil la mera fuerza de la gravedad.
Dicha conjunción con la imagen a representar, como es el caso en la caja de luz que lleva como título Saltos de Marimán, impulsa a Carolina Redondo a situaciones extremas de peligro y que significan un continuo desafío físico y de superación. En Naufragio en el Paraíso, otra caja de luz con una imagen tomada en el Caribe, la artista hace referencia con un guiño humorístico al naufragio de un ser humano, pero también del artista mismo naufrago dentro de un sistema, a la vez que en su propia obra. En la serie Point of View podemos observar a la artista de espaldas y agachada, protegida en una pose que parece hacer referencia a un caparazón y que muestra al mismo tiempo toda su vulnerabilidad. Es ésta simbiosis a la que Redondo aspira con su entorno y hábitat natural la que lleva al espectador a imitar y a buscar una correspondencia física con la protagonista. Algo que se traduce en el caso de esta serie en nuestra postura real ante las imágenes ya que su puesta en escena en la muestra nos obliga a adoptar una posición similar a la de la artista en sus fotos.
En el piso bajo de la galería nos topamos con un vídeo en el que Carolina Redondo fusiona arquitectura y proyección, Vértigo Piramidal. Filmado en el tetraedro, una plataforma de observación en Bottrop, en la cuenca del Ruhr, Alemania – esta región pertenece a un área rural dedicada durante lustros a la extracción de carbón, símbolo pasado de un auge industrial y de un sueño civilizatorio que no se cumplió – no es el panorama a observar lo que realmente interesa a la artista, sino la forma interior de la propia plataforma, su estructura laberíntica que lejos de ejercer una función ya obsoleta se convierte inintencionalmente en monumento al que ella rinde homenaje. Redondo lleva al espectador en su viaje de exploración y se adentra en la disolución del sonido y las estructuras en sí mismas, la hallada escultura se descompone en pequeños fragmentos y se vuelve a componer formando cada vez una nueva propuesta de forma.
Como se refiere la crítica de arte Sabine Elsa-Müller en su artículo en Kunstforum de Octubre del 2014:
“En la edición se crea una emocionante composición de elementos de diseño gráfico que en repetidas ocasiones dividen la superficie dramáticamente de manera diagonal, vertical y horizontal, mientras que la cámara, cautelosa, no pierde de vista a la protagonista que busca su camino dentro de los elementos de construcción. La composición musical brillantemente compuesta subraya el carácter sonámbulo de la pieza, en el que la ley de la gravedad se disuelve lentamente ante el espectador. La refracción múltiple de las imágenes consigue que la proyección de dos canales sobre una estructura plegada cree un espacio adicional inquietante”.
Tratar con las fronteras y el entre es un motivo recurrente en la obra de la artista chilena, vive ella misma en continua interacción entre dos continentes y por lo tanto entre la interculturalidad, la afiliación y lo ajeno.
Como el título de la muestra ya marca la artista tematiza la división entre los polos, el esquema de la transición, así como la interacción de los opuestos como la gravedad y la ingravidez, la ciencia y el arte, la naturaleza y la cultura, la realidad y la ficción. Metafóricamente sus obras encarnan la búsqueda de una identidad propia, así como la búsqueda de un lugar en este mundo, en la sociedad y en los códigos del mundo del arte.